Tras los destrozos que provocó el temporal de la tarde del lunes, el personal abocado a la lucha antigranizo de General Alvear contó cómo trabajó para evitar daños mayores. La tormenta tuvo características particulares y poco comunes.
Tras el temporal del lunes, en Alvear detallaron el trabajo realizado para evitar daños mayores. Qué tareas concretaron y qué características tuvo la tormenta.
Lucha antigranizo: "Los vientos de 120 y 130 kilómetros por hora y el granizo hicieron un arma letal" (Foto: Municipalidad de General Alvear)
Tras los destrozos que provocó el temporal de la tarde del lunes, el personal abocado a la lucha antigranizo de General Alvear contó cómo trabajó para evitar daños mayores. La tormenta tuvo características particulares y poco comunes.
“Evidentemente fue un fenómeno climático, no una contingencia, de una magnitud que estamos acostumbrados a verla por televisión o en otras partes del mundo y vemos los desastres que provoca. Esto fue un poco lo que pasó ayer y fundamentalmente tocó el departamento de San Rafael, la parte sur, con gran afectación donde las ráfagas de viento eran de 110 o 120 kilómetros por hora que no es normal”, explicó el secretario de Desarrollo de la Municipalidad de General Alvear, Hugo Molina.
El intendente Alejandro Molero convocó al Comité de Crisis para trabajar en la prevención dado que los pronósticos indican que habrá temporales similares.
“Se ha invitado lógicamente a Defensa Civil, el presidente del Concejo Deliberante, el Hospital Enfermeros Argentinos, Policía y todas las organizaciones que normalmente hacen al resguardo de la comunidad tanto de bienes como de personas”, detalló Molina.
El Gerente Operativo de la empresa que opera el sistema de lucha antigranizo, Rubén Manzur, quien tiene 31 años de experiencia en la Fuerza Aérea y la aviación civil, lideró un equipo que utilizó aviones para mitigar el impacto del granizo. El especialista de amplia trayectoria contó qué características tuvo la tormenta.
“Ahora hay mucha más tecnología y mejores aviones, son más rápidos y llegan más alto. Sé que la comunidad está acostumbrada a que salieran mucho antes, ahora no hace falta. Tenemos aviones mucho más operativos y por otro lado permanentemente, durante todo el día, hay dos meteorólogos con nivel casi de científicos. Hay un equipo de primer nivel”, detalló Manzur.
El especialista contó que se formó una nube de 200 kilómetros cuadrados por 15 kilómetros de alto. “Es un fenómeno natural. Sin embargo, se dio algo que no se ha dado, o al menos yo no tengo conocimiento, que se forme un huracán con una manga de piedra, entonces los vientos de 120 a 130 kilómetros por hora y el granizo hicieron un arma letal”, indicó.
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Manzur contó que una hora antes de la tormenta comenzaron a patrullar para sembrar las nubes, procedimiento utilizado para cambiar las características de las precipitaciones. “Los dos meteorólogos que tenemos minuto a minuto estaban siguiendo la formación de la nube, cuando fue necesario sembrar los pilotos automáticamente empezaron a hacerlo, uno en base y otro en el tope de nubes”, explicó.
A su vez, contó que el granizo era del tamaño de una pelota de tenis, pero gracias al trabajo del equipo de lucha antigranizo fue disminuido hasta alcanzar un centímetro y medio. “A 120 kilómetros por hora ese tamaño mínimo es letal. Tenemos que estar conscientes de que, si no se hubieran sembrado las nubes y no hubiera disminuido el tamaño de la piedra, los daños podrían haber sido letales”, indicó.
Por su parte, Luis Giorlando, uno de los pilotos que luchó contra el granizo, expresó que la tormenta fue muy violenta con mucho viento y piedra.
“Trabajamos con los dos aviones, uno en base y otro avión en tope, dieron el máximo de su capacidad operativa y usamos parte de toda la pirotecnia que teníamos en la aeronave. Los parámetros disminuyeron considerablemente mientras cruzó el área cultivada y posteriormente cuando nuevamente ingresa al campo, los parámetros vuelven a crecer, por lo que llega a San Luis mucho más virulenta”, explicó.
Además, manifestó: “Fue una tormenta muy complicada de trabajar, muy pocas veces he estado en una situación como la vivida”.
Según detalló el piloto, de 14 años de experiencia en la lucha antigranizo, estuvieron trabajando tres horas para prevenir daños de mayor envergadura.
“Empezamos a trabajar antes de que la tormenta ingresara al oasis o zona cultivada y mientras lo estuvo cruzando, que ahí bajaron considerablemente los parámetros, y cuando abandona el oasis dejamos de trabajar. Después llega a San Luis con parámetros mucho más altos”, explicó Giorlando.
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