Desde hace meses, la crisis económica genera que los alquileres sean un tema complejo de abordar en la provincia de Mendoza. Es que, con aumentos trimestrales o cuatrimestrales, muchas familias no logran sostener los montos. En ese sentido, desde la Cámara Inmobiliaria de Mendoza aseguraron que existe una noticia alentadora sobre el mercado.
Durante la pandemia se vivió una etapa crítica en cuanto a alquileres ya que la extensión de la misma provocó cambios en la legislación a través de decretos que no fueron bien recibidos por el sector. "No fue bien concebida", explicó a Sitio AndinoRoberto Irrera, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Mendoza.
"La ley (derogada por el gobierno de Javier Milei) no fue mala, fue mal concebida porque le está diciendo a un propietario que tenía los alquileres congelados que a partir de ese momento los contratos iban a ser de tres años y que los podían actualizar una vez por año", explicó Irrera.
Los dos problemas mayores fueron el plazo de contratación y el plazo de ajuste.
En términos generales, el DNU 70/23 trajo cambios negativos y positivos en la sociedad Argentina, con respecto a los artículos que tuvieron efecto en los alquileres. En ese contexto, el presidente de la Cámara Inmobiliaria destacó: "Antes el inquilino tenía que optar por aceptar lo que el dueño le pidiera y lo que procuramos desde la Cámara es volver ala libre oferta y demanda que podía permitir que se descomprimiera el mercado. Es lo que ha pasado a partir del enero del 2024: se ha recuperado gran parte del mercado de alquileres, no digo todo, pero se ha recuperado gran parte".
"Aquellas viviendas que estaban a la venta, y que realmente no se vendían, pasaron a formar parte de la oferta de locaciones y varios de esos inmuebles que estaban destinados al turismo también. Entonces eso permitió que los valores medianamente se mantengan, sumado a que empezó a bajar la inflación, ya no tenemos los incrementos que teníamos antes" relató.
Los plazos mínimos de un alquiler también se liberaron y eso permitió que ya no sea obligatorio realizar contratos por 3 años con un ajuste anual, lo que permite un pacto entre propietario e inquilino acorde a las necesidades de ambos.
"Gran cantidad de los contratos se están celebrando por 24 meses y con ajustes cuatrimestrales. Hay un gran porcentaje que se está haciendo cada 6 meses, un porcentaje menor cada 4 meses", dijo Irrera.
Sobre el uso del índice, sostuvo que un 60% está utilizando el ICL (Índice de Contrato de Locación) el cual se utilizaba con la primera ley; un 36% con el IPC (Índice de Precios al Consumidor); y el resto con otros índices como el de Mi Casa Propia o el índice de la construcción".
"Hay una diferencia abismal en la inflación que teníamos antes. Los contratos que fueron hechos por IPC van con la inflación actual, que medianamente tiene un 4% mensual y es acumulativo, no directo. En el peor de los casos puede ser del 48% anual. Si eso lo contrastamos contra el 247% que tuvimos, realmente es una diferencia abismal".
Hoy el alquiler vale lo que vale conforme al momento que estamos viviendo. No se le sube el piso Hoy el alquiler vale lo que vale conforme al momento que estamos viviendo. No se le sube el piso
El cambio del DNU permitió que los contratos también se generen en la divisa estadounidense, sin embargo, Roberto Irrera explicó: "Son muy los pocos los que los han aplicado porque el dólar ha venido en baja y si se hace en pesos tenés un mínimo de entre 3,5% y 4% de inflación mensual. Algunas personas pensaban que el dólar iba a llegar a 3 mil pesos y no pasó".
"Además, me han consultado si se puede cambiar un contrato que se ha firmado en dólares y eso no se puede hacer. Se rige con el IPC de Estados Unidos que puede ser de un 4% anual".
¿Quién se hace responsable de los arreglos?
Roberto Irrera también aclaró y le puso fin a una de las consultas más populares y controversiales: "Todo lo que es inherente al inmueble le corresponde al propietario, porque el inquilino lo que alquila es el uso y goce del inmueble".
"Se rompió el calefón, le toca al propietario; se llueve el techo, le toca al propietario; se rompió un caño, le toca al propietario. Todo lo que es por uso, por ejemplo, se me rompió una puerta porque la pegué un portazo y se me partió, le toca al inquilino. Se me rompió el bidet por un mal uso, le toca al inquilino", concluyó el presidente de la Cámara de Inquilinos de Mendoza.