Javier Milei transformó los feriados con fines turísticos en días no laborables. Golpe a las economías regionales y a un sector que representa 8 puntos del PBI
Javier Milei no cesa en su ataque a las economías regionales. Claro que no está solo: los perjudicados (en este caso representados por los gobernadores y legisladores) no solo hacen la vista gorda, sino que, gustosos, ordenan apoyar las iniciativas de Javier Milei.
La decisión de esta semana de transformar los feriados con fines turísticos en días no laborables amenaza con convertirse en un golpe de gracia para el sector, en un contexto donde la situación ya es complicada, con una temporada de verano que, a menos de un mes de comenzar, no despega en el nivel de reservas.
De cara al verano, la economía se encarga de trazar la línea entre quienes todavía conservan cierto poder adquisitivo que ven más conveniente (aunque no necesariamente más barato) viajar al exterior y quienes cada día cuentan con menos disponibilidad después de cubrir los gastos fijos del hogar no llegan ni siquiera a pasear un fin de semana.
Así se configura una temporada de verano que, ojalá nos equivoquemos, apunta a ser una de las más bajas de los últimos años.
La visión centralista de un presidente que acumula miles de millas en viajes proselitistas al exterior pero se niega a recorrer el país, o - por lo menos- recibir a los actores de la economía real, ignora las realidades de las economías regionales y de un sector que moviliza miles de millones de pesos y genera miles de puestos de trabajo.
Sin turismo, el destino económico será el mismo que cuando se destruyó el sistema ferroviario y cientos de pueblos a lo largo y ancho del país se convirtieron en fantasmas.
En un mercado ya golpeado, el fin de semana largo por el Día de la Soberanía Nacional movilizó a 1,4 millones de turistas por la Argentina, quienes gastaron 196.233 millones de pesos en las ciudades que forman parte del circuito turístico nacional cifra un 2,3 % menor que en 2002, aunque los turistas gastaron un 9,8 % más en términos reales. Este fenómeno podría explicarse por cómo la economía se está ajustando hacia modelos latinoamericanos.
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En Mar del Plata, ediles, legisladores y cámaras empresariales aseguraron al unísono que la decisión de transformar en días no laborables el 2 de mayo, el 15 de agosto y el 21 de noviembre no beneficia al sector ni a la ciudad y pone en riesgo la supervivencia de cientos de emprendimientos y puestos de trabajo en temporada baja.
En Salta, las cámaras de comercio y turismo recordaron que durante el gobierno de Mauricio Macri se había establecido la posibilidad de que los puentes sean "no laborables", pero la presión de las cámaras empresarias del sector logró que se mantuvieran como feriados.
Remarcaron que la decisión del Gobierno nacional llega en un momento muy crítico para el sector turístico, que ya tuvo varios fines de semana flojos y ahora espera un verano desfavorable.
En Mendoza, hasta ahora no hay pronunciamientos oficiales ni por parte de las autoridades provinciales ni AEHGA (Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos).
Actores del sector hotelero aseguraron en off a Sitio Andino que la medida podría tener algún impacto negativo, aunque confían en que sectores que sí tendrán feriado, como los empleados y funcionarios del Estado, el sistema financiero, sumado a algunos sectores que puedan dar el día alcancen para mantener viva la llama.
Es probable también que este nuevo formato incentive un poco más el turismo de cercanía, pero allí surge el desafío de adecuar los precios al mercado interno, ya afectado por un contexto de crecimiento de costos.
El sector de viajes y turismo argentino contribuyó durante el año pasado con 58,3 mil millones de dólares a la economía nacional, representando el 8,8 % del PBI.
Durante 2023, esta actividad también reforzó su fuerza laboral con 88 mil nuevos puestos de trabajo, alcanzando 1,4 millones de empleos en todo el país.
El año pasado, el gasto por turismo internacional llegó a 4,6 mil millones de dólares, marcando un crecimiento del 44,6 % respecto al año anterior. El gasto nacional también aumentó, registrando más de 39 mil millones de dólares.
En los seis fines de semana largos de este año (según datos de la CAME), viajaron 11,2 millones de turistas, quienes gastaron 1,8 billones de pesos.
El gobierno de Javier Milei, mediante políticas de recesión económica, un dólar ficticiamente barato y medidas que desincentivan el turismo, pone en jaque el futuro de la "industria sin chimeneas", que hizo grandes y fuertes económicamente, por ejemplo, a numerosas regiones europeas.
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