La segunda jornada del Congreso de la Ciruela, que se desarrolla en la localidad de San Rafael, estuvo centrada en la transmisión de experiencias prácticas del proceso productivo, ya sea en finca o planta industrial, en el denominado Día de Campo.
El segundo día del Congreso de la Ciruela sorprendió a los visitantes con la salida a campo y los adelantos y tecnología aplicada a la producción
La segunda jornada del Congreso de la Ciruela, que se desarrolla en la localidad de San Rafael, estuvo centrada en la transmisión de experiencias prácticas del proceso productivo, ya sea en finca o planta industrial, en el denominado Día de Campo.
La actividad comenzó en la Finca San Rafael Arcángel, donde se encuentran implantadas 255 hectáreas de ciruela, con todos los avances de la última tecnología, como malla antigranizo y riego por goteo tecnificado en la totalidad de la plantación.
Luego, la actividad se concentró en la planta de la empresa PROA, donde los visitantes se interiorizaron sobre los procesos de secado e industrialización de la ciruela.
Antes de comenzar el almuerzo y la recorrida, su titular, Lucio Álvarez, dio la bienvenida a los participantes del Congreso y explicó que durante el evento se podría apreciar los detalles del proceso, que es clave para que lo que se produce en la finca continúe siendo un proceso de excelencia.
Álvarez destacó que esas instalaciones, que están en proceso de ampliación, son un símbolo de esfuerzo y trabajo dentro del grupo, y adelantó que durante la recorrida los participantes podrían observar todas las etapas de procesamiento de la ciruela que se obtiene de la Finca San Rafael Arcángel.
Álvarez explicó que la planta de PROA tiene 18.000 metros cuadrados, con 40 hornos tipo californiano con 80 bocas, y tiene capacidad para secar 600 mil kilos por día, además de una capacidad de almacenamiento de casi 5 millones de kilos, lo que asegura que la ciruela continúe con calidad óptima cuando llegue el momento de despacho, ya sea en tipo americano, descarozada o tiernizada.
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Durante la recorrida por la finca, los visitantes extranjeros se sorprendieron por la vastedad de las tierras productivas de Argentina y los magníficos paisajes. En cuanto a lo productivo, los visitantes también destacaron la calidad de la producción y por los avances tecnológicos que se aplican para mejorar la productividad de una finca que, en pocos años, logró incrementar en más del 50% la producción de ciruelas de alta calidad.
Para entender ese proceso de mejora continua de la calidad de la producción, los organizadores dispusieron cuatro puestos con oradores para recorrer los espacios y conocer los secretos de la preparación del suelo, a cargo de Halpern S.A.; la nutrición, a cargo del ingeniero Luis Renna y el equipo técnico de Bioagil; el combate del granizo, con el ingeniero Rioldi del grupo anfitrión y Gonzalo Lozada de Agrinet; y las diferencias de producción entre Argentina y Chile, a cargo del ingeniero Aquiles Luccini.
El ingeniero Luis Renna, encargado de la Finca San Rafael Arcángel, en diálogo con Sitio Andino, destacó que la zona sanrafaelina donde se ubica la extensión de ciruelos de la finca tiene características especiales para ese fruto, y agregó: "Nos estamos preparando para una temporada que creemos va a ser muy buena. Las plantas vienen muy bien y hay sectores con mucha ciruela".
Renna explicó que "la cosecha es en febrero, pero se comienza con la etapa de floración en septiembre y la generación de brotes, lo que nos da una primera idea de lo que puede venir para la cosecha".
El ingeniero explicó que la cosecha es corta e intensa, de apenas 30 días, con frutos que "por la zona geográfica tienen muy buen contenido de azúcar, buena piel y son una fruta rica, con muy buenos contenidos de carotenos que la hacen agradable al paladar".
La mayoría de los visitantes se mostraron fascinados por dos aspectos: el tratamiento de los cuadros y la fruta en el campo, y el combate del granizo mediante tela.
Se notaba fácilmente por la cantidad de preguntas que recibían los responsables de esas dos estaciones.
Gonzalo Lozada, de Agrinet, destacó la importancia de que los congresistas pudieran ver in situ cómo es el producto y cómo se coloca y funciona no solo en la protección contra el granizo, sino en todas las virtudes que trae el uso de la tela en las plantaciones, que van desde la regulación de la cantidad de sol que reciben las plantas hasta el control de la humedad del cultivo, mejorando sensiblemente la calidad del fruto.
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La recorrida por la planta de PROA motivó en los visitantes, tanto extranjeros como locales de otras provincias, la misma sorpresa que la visita a la finca.
La planta, única en Argentina, tiene una superficie de 18.000 metros cuadrados construidos, con una capacidad de secado de 600.000 kilos por día.
Los hornos de estilo californiano reciben las bandejas con la ciruela fresca, lavada y seleccionada, y el proceso de secado con la corriente de aire caliente dura aproximadamente 22 horas.
La zona de almacenamiento, con capacidad de hasta cinco millones de kilos, al igual que la de selección y empaque, también dejó comentarios de asombro por su tamaño, tecnología y preparación.
La segunda jornada del Congreso deja como conclusión una buena noticia que fue refrendada por los visitantes de forma unánime: Mendoza tiene capacidad, producto, tierra y tecnología para estar en la vanguardia mundial de la producción en vastos sectores agroindustriales, no solo los vinculados a la Pampa Húmeda.
El desafío es que los eslabones de la cadena, tanto privados como públicos, se unan de manera inteligente para seguir potenciando esas posibilidades de las que hoy el mundo de la ciruela habla en San Rafael.