Damián Di Pace de Focus Market, por su parte, tiene una perspectiva más prudente, proyecta que la inflación de febrero se mantendrá en niveles similares a los de enero, alrededor del 2,5%. “En febrero, se verá algo de impacto de la estacionalidad relacionada con el comienzo de clases, pero los aumentos de servicios regulados estarán por debajo del promedio”.
Agustín Etchebarne, director de Fundación Libertad y Progreso, tiene una visión optimista, y espera que la inflación de febrero pueda incluso perforar el 2%. “Creemos que enero terminará cerca del 2% y febrero podría registrar una cifra algo más baja, cerca del 1,7%”, sostiene.
José Vargas, de Evaluecon, también tiene una perspectiva optimista, esperando que la inflación de febrero se ubique cerca del 2%. “Febrero es un mes no estacional, por lo que creemos que la inflación se mantendrá en niveles cercanos al 2% o tal vez un poco por debajo. Sin embargo, hay factores que podrían influir en un aumento leve”, dijo a Infobae.
En tanto, Daniel Garro, director de la consultora Value International Group considera que, en febrero, la variación del IPC seguirá estando por encima del 2%, pese a la incidencia de otros factores, como la baja del crawling peg y la reducción del impuesto a un segmento de los autos.
Melisa Sala considera que la disminución del crawling peg podría tener un efecto positivo en las expectativas de inflación. “Si el ritmo de devaluación se desacelera, podría anclar las expectativas de los actores económicos y ayudar a moderar la inflación”, explica. Sin embargo, también destaca que la inflación en servicios, que ha sido más alta en los últimos meses (4,4% en diciembre), podría no verse tan afectada por la desaceleración del crawling peg.
“Además, habrá que ver cómo responden los dólares paralelos a la baja de la tasa de política monetaria para acompañar la reducción del crawling (evitando garantizar una tasa en dólares elevada). Un aumento de la brecha (aún cuando esté intervenida como en diciembre) puede frenar la desaceleración de la inflación”, advierte la especialista,
Damián Di Pace comenta que los efectos del crawling peg no se verán reflejados de inmediato. “El impacto real sobre los precios mayoristas se sentirá con rezago, ya que los precios minoristas se ajustan cuando hay reposición de mercaderías”, explica.
Desde la óptica de Agustín Etchebarne, el ritmo de ajuste cambiario tiene un impacto directo, pero este es solo un componente dentro de un panorama más amplio. “Lo importante sigue siendo el superávit fiscal y la consistencia de la política monetaria”, resalta el economista.
“Siempre es preferible un tipo de cambio libre, es uno de los principales precios que tiene la economía. O bien, una completa dolarización que ancle las expectativas y nos permita concentrarnos en las cosas importantes: bajar gastos, bajar impuestos, desregular, flexibilizar las normas laborales y abrir la economía”, agrega el director de la Fundación Libertad y Progreso.
José Vargas considera que la baja en el crawling peg tendrá un impacto directo sobre algunos productos importados, reduciendo sus precios. “Este cambio afectará principalmente a las importaciones, y es probable que algunos sectores, como el tecnológico o los productos manufacturados, vean una desaceleración en los precios. Sin embargo, la importancia de este efecto dependerá del sector específico”, argumenta.
“La sensación es que el crawling peg generará un impacto en precios a la baja, pero también se debe tener en cuenta que va a estar vigente todo lo relativo a la reducción temporal de retenciones al agro extensivo y a la eliminación para las economías regionales. También va a tener incidencia la baja de impuestos en autos, que si bien no tienen un impacto directo, sí impactan en lo global, aunque sea mínimo. Toda esa conjunción hará que entre febrero y abril se vaya notando la desaceleración de la inflación”, sostiene Daniel Garro.
Los economistas coinciden en que el impacto en los precios internos de la baja de los derechos de exportación no será inmediato ni contundente. Melisa Sala asegura que, en principio, la reducción de las retenciones podría ejercer una presión alcista sobre los precios. No obstante, subraya que este efecto no será de gran magnitud debido a que la medida tiene carácter temporal.
Damián Di Pace también considera que la baja de retenciones no tendrá un impacto significativo en el mercado interno. “Este ajuste está más enfocado en el mercado cambiario y en la liquidación de materias primas en los mercados internacionales”. precisó.
En línea con otros economistas, Agustín Etchebarne dijo: “Si bien podría haber una leve subida de precios en productos como la carne o el maíz, el efecto no será significativo”.
José Vargas también pone en duda que la baja de retenciones afecte los precios internos: “La medida beneficiará principalmente a los sectores exportadores, pero no tendrá un efecto notable sobre los precios en el mercado local”.
Los economistas coinciden en que el aumento de las tarifas de los servicios públicos es uno de los mayores desafíos para contener la inflación en el corto plazo.
“Ese es el gran desafío para 2025. A la reestructuración de precios relativos todavía le falta un rato, no solo en servicios públicos, sino en general. Todavía falta bastante tiempo para que esa reestructuración se termine. Además, al ser un año de elecciones, puede que en algún momento se retrase parte de esa reestructuración”, explica Daniel Garro.
Melisa Sala proyecta que los aumentos de tarifas estarán contenidos en un nivel moderado, pero no suficientes para generar una disminución de la inflación a niveles por debajo del 2%. “No esperamos una inflación mensual del 1% en los próximos meses”, estimó la economista.
Damián Di Pace también advierte que los aumentos de tarifas serán un desafío: “El objetivo es evitar que los aumentos impacten de manera drástica en el IPC. Si bien marzo es un mes estacionalmente fuerte, esperamos que la inflación se mantenga controlada”.
Agustín Etchebarne, por su parte, cree que el Gobierno podrá manejar los aumentos de tarifas a lo largo del año, distribuyéndolos de forma progresiva.
Es diferente la postura de José Vargas, quien considera que, aunque los aumentos de tarifas son inevitables: “El IPC se mide en base a la ponderación de diferentes rubros, y el impacto de las tarifas sobre el índice general será limitado”.
Melisa Sala destaca que la estacionalidad en el sector educativo podría generar un leve aumento en la inflación en febrero, aunque no lo suficiente como para revertir la tendencia de desaceleración.
Damián Di Pace dijo “Aunque la vuelta a clases genera un aumento en los precios de algunos bienes, la inflación en estos productos está por debajo del promedio del IPC”.
Etchebarne, por su parte, comentó: “Aunque siempre genera algo de presión, no creemos que tenga un impacto fuerte. La inflación anual rondará el 25% según nuestras estimaciones”.
Garro advierte que el regreso a clases suele sumar algunas décimas al IPC, pero destaca que este año la demanda de útiles escolares podría ser menor debido a las restricciones presupuestarias de los hogares: “Los comercios van a tener que ser cautelosos con los precios, porque si no, van a vender menos”.
Fuente; Infobae.com