El dólar marcó un record de operaciones en el mercado oficial de cambios este viernes. Preocupación en el equipo de Luis Caputo.
En un contexto de creciente presión sobre las reservas internacionales y un decaimiento de la confianza en la capacidad del Gobierno para sostener el tipo de cambio, el equipo de Luis Caputo vivió un viernes negro para el dólar y las reservas del BCRA. El mercado único de cambios movió más de 1100 millones de dólares, y el BCRA perdió 474 millones en una sola jornada.
De esta manera, en el cierre de una semana complicada para Javier Milei en varios frentes, el BCRA concretó la segunda mayor venta de reservas de su gestión. Lo llamativo de la sangría de divisas se dio en un contexto en el que el Gobierno no debió enfrentar vencimientos de deuda, y según los primeros análisis, la demanda de dólares vino por parte de los tenedores de deuda comercial, especialmente importadores que liquidaron Bopreales por cientos de millones de dólares.
Un dato que enciende una luz roja, ya que, según los analistas de mercado, la cantidad de bonos, creados por el ministro de Economía, Luis Caputo, para rollear la deuda con importadores, ya superarían los 20.000 millones de dólares en sus diversas versiones.
Esta falta de confianza se reflejó en un crecimiento exponencial de los volúmenes operados en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), que pasaron de un promedio de 350 millones en las últimas semanas a 1.135 millones este viernes, el nivel más alto desde mayo de 2023.
Los operadores estiman que el dato de inflación, la falta de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), las reservas negativas del Central y las últimas medidas a través de ARCA y el Banco Nación, crearon un escenario que quita atractivo al carry trade, y los grandes jugadores comienzan a cubrir posiciones ante una posible devaluación que llegaría tarde o temprano.
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La decisión de grandes acreedores de transformar los Bopreales en dólares contantes y sonantes, a lo que se sumó un desarme importante de posiciones de carry trade, obligó a los bancos (principalmente el Nación y el ICBC) a recurrir al Central en la búsqueda de cientos de millones de la moneda norteamericana para cubrir las operaciones.
Desde hace tres días, por orden de Economía, el Banco Nación viene buscando retener divisas ofreciendo tasas de interés exorbitantes para los depósitos en dólares: 2% por depósitos en ventanilla y 2,5% para operaciones electrónicas. Estas tasas contrastan con las del mercado: el Santander paga el 0,05%, el BBVA el 0,35% y el Banco Ciudad el 0,01%.
La desesperada medida de Economía tiene una explicación: los dólares que habían entrado a los bancos por el exitoso blanqueo comenzaron a escaparse. Así, del pico de depósitos en dólares del sector privado de 34.626 millones que se alcanzó el último día del blanqueo (31 de octubre de 2024), los depositantes vienen retirando un promedio de 50 millones de dólares por día.
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La demora en la firma de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha añadido más incertidumbre al escenario. Aunque el ministro Caputo ha filtrado en varias ocasiones que el cierre del acuerdo es inminente, el organismo multilateral sigue presionando para que el Gobierno avance hacia un sistema de flotación de la moneda, lo que implicaría una devaluación del peso. Esta presión se suma a los informes de bancos como JP Morgan, Bank of America y Citibank, que vienen informando a sus clientes de una devaluación en el corto plazo.
En paralelo, el Gobierno, a través de ARCA, reforzará los controles sobre los gastos en dólares con tarjetas de crédito y débito en el exterior. A través de la Resolución General 5662/2025, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) exige a las entidades financieras reportar con mayor detalle las compras con tarjeta de crédito y débito realizadas fuera del país, en un momento en el que el déficit de la cuenta servicios del Central en enero llegó a 1.187 millones de dólares.
La combinación de tasas de interés elevadas, controles cambiarios, el fantasma de una posible devaluación y el desarme de posiciones de carry trade y Bopreales muestran un panorama complejo para las próximas semanas.
La necesidad de dólares para el Gobierno de Javier Milei comienza a transformarse en una urgencia que ni siquiera hay seguridad de que el inminente comienzo de la cosecha gruesa pueda atender.