¿Y entonces quién se va a poder jubilar?: a 50 días del fin de Plan de Pago de Deuda (Moratoria) Previsional
El gobierno nacional viene trabajando, desde el inicio de la gestión de Javier Milei, en el vaciamiento de la ANSES, el desfinanciamiento del Sistema Previsional y el recorte de derechos de la Seguridad Social.
A partir del 24 de marzo, sólo podrán acceder al derecho a la jubilación 1 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 varones, que son en Argentina los que alcanzan la edad jubilatoria con los 30 años de aportes que exige la ley. Esto significa que miles de personas ya no podrán acceder al derecho de jubilación, ya que por distintas situaciones de las trayectorias laborales no cumplen con los años de aporte. Sea porque realizaron trabajos no remunerados (como lo son el cuidado de niñeces, enfermos o personas mayores de la familia), porque sus empleadores les “robaron” sus aportes o simplemente, porque trabajaron en la informalidad, algo lamentablemente muy normal en la Argentina de las largas últimas décadas.
El gobierno nacional viene trabajando, desde el inicio de la gestión de Javier Milei, en el vaciamiento de la ANSES, el desfinanciamiento del Sistema Previsional y el recorte de derechos de la Seguridad Social. Dentro de las primeras medidas tomadas, cerraron oficinas de esta administración y despidieron a más de 1.000 trabajadores del organismo.
También han avanzado en el desfinanciamiento, haciendo caer fuertemente la recaudación de impuestos que financian a las jubilaciones, pero también por el lado de los puestos de trabajo, disminuyendo la cantidad de trabajadores en más de 150.000, pero más aún con la Ley Bases, votada por no sólo por el oficialismo sino también por los bloques aliados como el PRO y la UCR. En dicha ley, por ejemplo, se le condonaron deudas de aportes a la Seguridad Social a empleadores morosos.
A todo esto, se suma que ese grupo etario al que ingresan cientos de miles de personas por año, el gobierno ya lo ha golpeado duramente. Porque quien va pasar a la etapa de júbilo, no va a tener la cobertura de medicamentos que tenían hasta hace no mucho tiempo en PAMI, y si, van a tener OSEP, el nivel de cobertura es mucho peor aún.
Para esas 9 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones restantes al que hacíamos referencia en el comienzo, sólo les quedará acceder a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM). Esta prestación no contributiva se puede acceder a los 65 años, es el 80% del valor de la jubilación mínima y no es derivable. Vamos a profundizar un poco en esto:
No contributiva, significa que no importa si se ha contribuido aportando al sistema de Seguridad Social, por lo que tampoco promueve esa contributividad. No importa si una persona no tiene ni un año de aportes o si tiene 29, igualmente cobrará el mismo monto.
Se puede acceder a los 65 años, por lo que las mujeres deberán esperar 5 años más que para acceder a la jubilación.
Es el 80% del valor de la jubilación mínima, que ya se encuentra por debajo de la línea de indigencia, a pesar del relato del presidente.
No es derivable, por lo que cuando fallece una persona, esta no se puede transmitir en forma de pensión derivada a los cónyuges o convivientes, hijos menores de edad o hijos discapacitados sin importar la edad, como si ocurre con las jubilaciones. Tampoco podrá acceder a una pensión derivada quien ya tenga una PUAM, por más que el cónyuge o conviviente fallecido haya tenido una jubilación.
En conclusión, Ni medicamentos (dado el recorte de descuentos a los medicamentos que cubre PAMI, dejando como consecuencia que muchísimas personas deban gastar de aquí en adelante más de cien mil pesos por mes en su salud básica), bono congelado desde marzo del año pasado y durante todo 2025, ni media contemplación para aquellas personas que han trabajado toda su vida tanto afuera como adentro de sus hogares, para aquellos dadores de espacios de amor, contención y cuidados. Solo ajuste para personas con derechos, pero poco productivas para su sistema. Los adultos mayores pensados como población del descarte, que ahora lo poco que tienen deberán gastarlo con la mejor de las suertes, para sobrevivir.