Jardinería: el secreto que los viveros no quieren que sepas para que tu lavanda florezca exuberante
Descubrí la técnica que los expertos usan en jardinería para lograr que la lavanda produzca más flores y se vea espectacular durante toda la temporada.
Jardinería: el secreto que los viveros no quieren que sepas para que tu lavanda florezca exuberante
La lavanda es una de las plantas más apreciadas en jardinería por su aroma embriagador y su espectacular floración. Sus delicadas espigas violetas no sólo embellecen cualquier espacio, sino que también atraen abejas y mariposas, favoreciendo la biodiversidad. Sin embargo, no siempre es fácil lograr que florezca en abundancia.
Si bien la lavanda es conocida por su resistencia, su floración puede verse afectada si no recibe los cuidados adecuados. Muchos creen que es suficiente con plantarla y dejar que crezca por sí sola, pero los expertos aplican ciertas técnicas que potencian su desarrollo y maximizan la cantidad de flores. Entre los aspectos fundamentales se encuentran el riego controlado, un suelo bien drenado y una poda estratégica.
Jardinería: el secreto que los viveros no quieren que sepas para que tu lavanda florezca exuberante
El secreto de la humedad exacta
Uno de los mayores errores en el cultivo de lavanda es el exceso de riego. Esta planta está adaptada a climas secos y soleados, por lo que sus raíces no toleran la humedad constante. Para evitar problemas y lograr que esta planta de su máximo posible de flores, es fundamental esperar a que el suelo esté completamente seco antes de volver a regar. Durante el invierno, su necesidad de agua disminuye drásticamente, por lo que el riego debe reducirse al mínimo.
El suelo adecuado hace la diferencia
El tipo de suelo es otro factor clave para una lavanda frondosa y saludable. Los suelos arenosos o ligeramente calcáreos son ideales, ya que permiten una correcta circulación del agua y evitan la acumulación de humedad en las raíces. Si el suelo es pesado o arcilloso, es recomendable mejorarlo con arena o granza para mejorar el drenaje y evitar la pudrición de la planta.
La importancia de la poda correcta
Puede parecer contradictorio, pero la lavanda es esencial para estimular una floración más abundante. Se recomienda realizar una poda en primavera, antes de su crecimiento activo, y otra después de la floración para eliminar partes secas y darle una forma compacta. En febrero, una poda más profunda, llegando hasta la madera vieja, ayudará a rejuvenecer la planta y prolongar su vida útil.
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Jardinería: el secreto que los viveros no quieren que sepas para que tu lavanda florezca exuberante
La elección de la variedad ideal
No todas las variedades de lavanda florecen con la misma intensidad. La Lavandula angustifolia florece una sola vez en verano, mientras que la Lavandula dentata puede producir flores durante casi todo el año. Elegir la especie adecuada según el clima y las necesidades del jardín garantizará mejores resultados.
Para un jardín vibrante y armonioso, la lavanda puede combinarse con otras especies de requerimientos similares, como los agapantos o azareros. Estas combinaciones no solo embellecen el espacio, sino que también favorecen un ecosistema equilibrado. Siguiendo estos consejos, tu lavanda lucirá exuberante y llena de vida durante toda la temporada./LN.