Los cactus son una de las opciones favoritas entre los amantes de la jardinería. Su aspecto exótico y su capacidad de adaptarse a diversos ambientes los convierten en una planta ideal tanto para interiores como exteriores. Aunque son fáciles de cuidar, trasplantarlos correctamente es fundamental para garantizar su crecimiento saludable.
Los cactus son plantas resistentes que no requieren cuidados intensivos. Su capacidad para almacenar agua los hace perfectos para quienes buscan una opción decorativa de bajo mantenimiento. Además, su variedad de formas, colores y tamaños permite integrarlos en cualquier espacio, aportando un toque de naturaleza único. Sin embargo, incluso las plantas más resistentes necesitan cuidados específicos, y el trasplante es uno de ellos.
Jardinería: el secreto para trasplantar un cactus sin errores
Foto: flordeplanta
¿Cuándo trasplantar un cactus?
Saber cuándo trasplantar un cactus es clave para evitar daños a la planta. El mejor momento es en primavera o verano, cuando estas plantas están en su etapa de crecimiento activo. También es necesario trasplantarlo si su maceta actual se queda pequeña, si las raíces asoman por los agujeros de drenaje, o si la tierra está desgastada.
Elegir la maceta adecuada
Al elegir una nueva maceta, asegurate de que sea un poco más grande que la anterior, pero no excesivamente amplia. Optá por una con agujeros de drenaje para evitar acumulaciones de agua, que pueden pudrir las raíces. Además, el material ideal es cerámica o terracota, ya que favorece una mejor aireación del sustrato.
Preparar el sustrato perfecto
Los cactus necesitan un sustrato que permita un buen drenaje. Podés comprar tierra especial para cactus en viveros o prepararla vos mismo mezclando tierra común, arena gruesa y perlita. El sustrato debe ser ligero y evitar que las raíces permanezcan en contacto constante con la humedad.
Pasos para trasplantar un cactus
Prepará la maceta nueva: llenala parcialmente con el sustrato.
Sacá el cactus con cuidado: usá guantes gruesos o envolvelo en papel de diario para evitar pincharte.
Revisá las raíces: eliminá las partes secas o podridas.
Colocá el cactus en la nueva maceta: cubrí las raíces con el sustrato sin compactarlo demasiado.
Dejalo descansar: no lo riegues durante los primeros días para permitir que se cicatricen posibles heridas en las raíces.
Trasplantar un cactus correctamente asegura su longevidad y belleza. Con estos simples pasos, tu cactus seguirá siendo el centro de atención de tu jardín o rincón verde./Mundo deportivo.