Tener un olivo en maceta puede ser una excelente opción para quienes desean un espacio verde de bajo mantenimiento de jardinería y con un estilo mediterráneo. Aunque es más común verlo en jardines y terrenos amplios, la versatilidad de este árbol permite que también pueda crecer en espacios pequeños como una maceta, siempre que se sigan algunos cuidados básicos.
Cultiva olivos en maceta, pero no cualquier maceta
A la hora de plantar un olivo en una maceta, es clave entender sus necesidades específicas en cuanto a tipo de maceta, sustrato, riego y ubicación. Los expertos recomiendan macetas de arcilla, preferentemente con ruedas para facilitar el movimiento en caso de climas fríos. Sin embargo, también puede optarse por macetas de plástico, aunque retienen más agua y pueden necesitar ajustes en el riego.
Jardinería: las claves para cultivar un olivo en maceta y cosechar aceitunas
El olivo es una especie resistente y adaptable, pero sufre en climas fríos y requiere muchas horas de sol para mantenerse saludable. Para optimizar su crecimiento, es importante ubicar la maceta en un espacio soleado donde reciba al menos seis horas de sol al día. En zonas con temperaturas extremas, se recomienda trasladarlo al interior durante el invierno, idealmente cerca de una fuente de calor moderada o bajo luces artificiales. Si el frío llega a niveles de helada, la planta podría sufrir daños graves.
Riego y sustrato: claves para la salud del olivo en maceta
Uno de los cuidados principales del olivo en maceta es el riego, ya que es una planta que tolera bien la sequía y no necesita mucha agua para desarrollarse adecuadamente. En el caso de que sea un olivo joven tendrás que brindarle un riego frecuente pero moderado en esos primeros años. De hecho, te recomendamos que utilices un sistema de riego por goteo ya que el encharcamiento puede pudrir las raíces del árbol. Una vez que el olivo alcanzó su fase adulta, casi no necesitará riego.
Si se trata de un olivo joven, el truco para saber cuándo regar es introducir el dedo en el sustrato; si los primeros tres centímetros están secos, es momento de regar. El exceso de agua puede ser perjudicial, ya que provoca que las raíces se pudran, especialmente en olivos adultos que requieren riegos esporádicos.
En cuanto al sustrato, éste debe ser una mezcla de tierra para macetas con componentes rocosos, como grava o arena, que permita un buen drenaje. También se puede enriquecer con fibra de coco para una textura más ligera y agregar humus de lombriz, lo que provee nutrientes extra. La arcilla en la maceta facilita el drenaje, pero si se usa plástico, el riego deberá ser más controlado.
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Jardinería: las claves para cultivar un olivo en maceta y cosechar aceitunas
Tiempo de cosecha de aceitunas
Es importante que sepas que no todos los olivos florecen al mismo tiempo ya que la floración depende de la variedad. La variedad Arbequina, de floración temprana, da frutos después de tres años, ofreciendo un aceite delicado y frutado, ideal para paladares que buscan suavidad. Por otro lado, la Coratina, de origen italiano, florece más lentamente, alrededor de los cinco años, produciendo aceitunas de gran tamaño y un aceite intenso y amargo, con un toque picante característico.
La Hojiblanca es otra variedad notable, tiene una floración media-tardía y es valorada tanto como aceituna de mesa como en aceite de oliva virgen extra. Su sabor evoluciona desde la dulzura inicial hasta un regusto amargo y picante, creando una experiencia compleja en boca. Finalmente, la Picual, una de las variedades más cultivadas ya que tiene una floración temprana y entrega aceitunas en solo tres años. Su aceite tiene un distintivo sabor amargo con un toque picante, muy apreciado por su perfil aromático./Mundo deportivo y carapelli.com