El médico oftalmólogo Pedro Reinaldo Miranda (50), preso por estafa, suma imputaciones día a día y ya son 31 las acusaciones que tiene en su contra.
Pedro Reinaldo Miranda ya tiene 45 denuncias por estafa en su contra. De esos hechos, ya fue imputado en 31 casos.
El médico oftalmólogo Pedro Reinaldo Miranda (50), preso por estafa, suma imputaciones día a día y ya son 31 las acusaciones que tiene en su contra.
El profesional, reconocido en su rubro, fue detenido el sábado 12 de octubre en pleno centro y desde ese entonces comenzó a sumar denuncias por estafa en su contra, todas con un mismo modus operandi: cobraba por operaciones que nunca realizaba y en algunos casos, el diagnóstico que realizaba para dicha intervención era falso.
Fuentes judiciales confirmaron a SITIO ANDINO que, hasta este martes, Miranda había sido imputado en 31 denuncias por estafa.
De ese total, 15 acusaciones son más “graves” y se ordenó la detención en esos expedientes; otras 8 denuncias son sin detención y las 8 restantes aún no son notificadas oficialmente -el acto se realizará en las próximas horas-.
Sin embargo, las 31 acusaciones no son el total de investigaciones en contra de Miranda. Además, hay otras 14 denuncias que están en proceso de análisis y que elevan a 45 las presentaciones en total, en contra del profesional.
En ese contexto, la justicia fijó fecha para la primera audiencia. Será el próximo lunes 11 de noviembre, en horas de la mañana, donde la jueza Mónica Romero comenzará a analizar la investigación en contra de Miranda.
En dicha audiencia, las partes discutirán distintos puntos de la situación procesal del médico. Primero, una posible prisión preventiva, lo que significaría que el acusado siga detenido por estafa. Actualmente está alojado en la penitenciaría provincial.
Pero al mismo tiempo, se analizará un posible beneficio del régimen de prisión domiciliaria. Para ello se están realizando pericias con el objetivo de determinar si el acusado está apto para cumplir esa detención.
La investigación en contra de Miranda se basa en hechos ocurridos en los últimos años y todas las denuncias tienen un mismo modus operandi.
El profesional cobraba por intervenciones quirúrgicas que nunca realizaba. Y en algunos casos, el diagnostico era erróneo (o falso) para poder solicitar dicha operación. En esos hechos, se consideran “casos especiales de defraudación” por lo que la situación del acusado es más grave aún.