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San Rafael: juicio abreviado y 32 años de cárcel para el asesino de Aguilar

Brian Ríos fue condenado a 32 años de cárcel este lunes.

Por Cristian Pérez Barceló

Desde la cárcel donde purgaba una de sus penas, Brian Ríos se inventó un perfil usando nombres y caras de amores y familiares, para hacerse pasar por una exnovia de un Héctor Aguilar; lo hizo viajar a San Rafael, lo mató y le robó el auto. Hoy, el Gato Ríos fue condenado a 32 años de cárcel.

Es que las pruebas en su contra lo habían abrumado de tal forma que no le quedó otra que confesar el crimen y hasta llevó a los fiscales al lugar donde había enterrado el cuerpo junto al cerro Bola, cerca de un predio de la CNEA, en Sierra Pintada.

Hoy prefirió no ir a juicio popular; el defensor oficial, Jorge Vitale, acordó con el fiscal Javier Giaroli un abreviado, pero este no quiso darle casi ningún beneficio. En lugar de los 35 años de la perpetua, como mínimo para empezar a pedir salidas transitorias o algún beneficio, le concedió 32 años de pensión tras las rejas. Saldrá en 2055, considerando que el proceso lo siguió en la cárcel durante los últimos dos años.

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En algún momento, el juicio podía haberse puesto en un tramo de interpretaciones jurídicas, pero ya no es necesario continuar con la estrategia que hábilmente había elaborado Giaroli. Es que Aguilar no murió cuando lo apuñaló en el auto Ríos, sino cuando una de las piedras que le tiró para tapar lo que él pensaba que era un cadáver, le golpeó la cabeza y le causó la muerte de esa forma. El defensor planteaba que en el primer acto hubo tentativa de homicidio y en el segundo, homicidio imprudente.

No le había ido bien en la pretensión de cambiar la acusación, los tribunales de alzada le rechazaban la teoría, pero seguirá siendo una duda qué habría dicho un jurado popular.

El caso, sin embargo, está claro desde el vamos. Una víctima que pensó que iba a conocer a una hija, pero era un engaño y el final fue el peor. Su muerte y un auto que Ríos hizo esconder, hasta que la Unidad Investigativa de la Policía de Mendoza, lo encontró en la casa del canchero del Club Cuadro Benegas. Las manchas de sangre y otros elementos, sólo vinieron a redundar en la numerosa prueba contra Ríos, además de su confesión. No era necesario un juicio para definir que fue el asesino…

Fue una más de las tantas causas de estafas perpetradas desde ámbitos penitenciarios con la facilidad de los celulares, porque a Aguilar, Ríos le sacaba plata que este mandaba a su supuesta ex novia y jamás concebida hija, mediante cuentas fintech de amigos del delincuente.

Hay que decir que la investigación de la Policía de Córdoba fue impecable y facilitó el esclarecimiento del hecho, porque las escuchas telefónicas permitieron conocer los comunicaciones; se clonó la tarjeta SIM de Aguilar, y los mensajes de Messenger de Facebook orientaron a los pesquisas a un supuesto encuentro de Villar con la supuesta mujer, que en realidad no existía.

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Ese encuentro fue, finalmente, en una zona de Cañada Seca, con uno de los ex internos de la penitenciaría que justo salió de la cárcel el pasado fin de semana. Ahí se perdió todo rastro sobre la víctima; pero sí se vio a su automóvil siendo manejado por el ex presidiario.

Este intentaba vender el automóvil, un Gol Trend color blanco, automático, último modelo. Se contactó incluso con desarmaderos y casa de repuestos, para vender al menos las autopartes del rodado. Hasta que a última hora una escucha determinó la pista central para descubrir el auto Cuadro Benegas.

El juez Jorge Yapur Meca aceptó el cambio de calificación para dejarlo como un homicidio en ocasión de robo, y no el criminis causa que inicialmente tenía la carátula; se le agregó lo de las estafas y como se trata de un reiterante en el delito, Ríos no tendrá beneficio alguno, dijo a SITIO ANDINO el fiscal Pablo Peñasco.

El final de esta historia esta mañana fue ver a la familia de Aguilar entrando al despacho de la Fiscalía para agradecerle a Giaroli por la investigación, “muy conforme con Javier, desde ya muchas gracias; porque esta condena es un alivio”, como dijo a este medio uno de los hijos de Héctor.

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