Ocho repitieron la posición que habían tenido en agosto, cuando se aprobó la Ley, en tanto que dos modificaron su voto. El detalle de lo ocurrido en la cámara baja.
Cómo fue la votación de los mendocinos
Con 160 votos a favor de insistir con la Ley de Financiamiento a las universidades públicas, insuficientes para revertir el veto de Javier Milei a la norma, la Cámara de Diputados de la Nación Argentina ratificó la decisión presidencial de desechar el expediente. El oficialismo logró sumar 84 negativos (además de cinco abstenciones), por lo tanto alcanzó el tercio necesario para blindar el decreto.
En los sufragios de los diez representantes de la provincia de Mendoza en la Cámara Baja prácticamente no hubo sorpresas, a excepción -quizás- de Lisandro Nieri (UCR), quien modificó el voto que había emitido el 15 de agosto, cuando por entonces se abstuvo en la sesión en la cual el refuerzo presupuestario a las universidades se aprobó por amplio margen. El radical, en esta oportunidad, votó en línea con su bloque, rechazando el veto.
En el tratamiento del decreto presidencial que observó en su totalidad a la Ley Nº 27.757, solo dos diputadas pidieron la palabra: una que votó en contra del veto, Lourdes Arrieta (Fuerzas del Cielo – Espacio Liberal), y otra que lo acompañó, Mercedes Llano (La Libertad Avanza).
La otrora oficialista fundamentó su posición con una confusa exposición, en la que aseguró que la discusión no debe girar en torno a si se debe financiar a las universidades públicas, sino cómo se administran esos fondos. Justamente ese discurso fue el que utilizaron muchos de los legisladores de LLA.
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“Tiene que ser un debate las auditorías; si realmente (el dinero) va a los estudiantes, a los docentes, al personal de Maestranza, al personal administrativo, o se queda en las arcas de los rectores”, lanzó.
La intención de su voto fue explicada por la diputada a Sitio Andino tras su alocución en la misma sesión. Ante la consulta de este medio, Arrieta especificó que su voto sería “a favor de los estudiantes”. “No pregonamos en campaña el desfinanciamiento de las universidades pública y menos pensar cerrarlas”, planteó.
Llano, por su parte, recalcó -como otros miembros de su bloque- que “no está en discusión el carácter público de la universidad”, sino que lo que se debatió es “estrictamente salarial”, que tiene otro ámbito de discusión (las paritarias).
Tildó a la Ley como “un acuerdo demagógico e inaplicable sellado en la madrugada entre el kirchnerismo y los amigos de (Martín) Lousteau y (Emiliano) Yacobitti (vicerrector de la UBA), sin prever las correspondientes fuentes de financiamiento, como la Ley de Administración Financiera lo exige y cambiando el eje de discusión parlamentaria”.
Si bien admitió que “es innegable la necesidad de recomponer los salarios docentes”, resaltó que “no hay crédito disponible para solventar un gasto significativamente por encima de las actualizaciones que ha recibido el resto de los empleados de la administración pública”.
Sugirió que es momento de “elevar el debate” planteando “qué modelo de universidad pública queremos”. “Una de excelencia, despartidizada, un culto al conocimiento, al saber y a la libertad de pensamiento; o una universidad capturada por élites partidistas y su culto a la mediocridad, al facilismo o a la ideologización”, reflexionó.
Cabe destacar que quienes se expresaron por la negativa, es porque respaldaron la Ley de Financiamiento Universitario tal cual fue sancionada en el Congreso; en tanto que quienes lo hicieron en el sentido contrario (positivamente), respaldaron el veto de Javier Milei.
Ocho de los diez mendocinos repitieron el voto que emitieron en agosto, en tanto que dos modificaron su postura. Tal lo mencionado anteriormente, Lisandro Nieri y Lourdes Arrieta -quienes en aquella sesión se habían abstenido- en esta oportunidad acompañaron la Ley.