Se trata de los legisladores nacionales que votaron en contra de la movilidad previsional y el financiamiento universitario en el Congreso. No cayó bien en el radicalismo local.
Los legisladores que apoyaron los vetos de Milei fueron expulsados de la UCR
El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR) resolvió este jueves la expulsión del partido centenario de Mariano Campero, Luis Picat y Mariano Arjol. El tribunal de ética lo resolvió por el voto de esos tres diputados nacionales a favor de los vetos de Javier Milei a las leyes de movilidad jubilatoria y financiamiento universitario.
La sanción no contempló a Pablo Cervi -el otro al que se le había suspendido la afiliación provisoriamente-, ya que se había abstenido en la votación por el aumento de fondos a las casas de altos estudios.
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Como ocurrió meses atrás, cuando a los legisladores se les suspendió la afiliación, el radicalismo mendocino cuestionó la decisión del órgano partidario y sus principales dirigentes dejaron en claro la disconformidad con la medida.
El gobernador Alfredo Cornejo consideró que la expulsión de los tres diputados “no solo es una decisión completamente equivocada, sino que además demuestra que la conducción partidaria, que promovió esta idea, piensa en un partido chico, alejado de la histórica tolerancia democrática de la UCR, de nuestros simpatizantes en todo el país, de nuestros principios y nos aleja de nuestro electorado”.
En la misma línea se expresó la también diputada nacional, Pamela Verasay, quien planteó que “un puñado de dirigentes pretenden que la UCR se convierta en un partido chico, sin voluntad constructiva y muy alejado de los deseos de sus votantes”. “Queda claro que unos pocos han perdido la visión del conjunto y sólo se escuchan entre ellos”, resumió.
Su compañero de banca, Lisandro Nieri, expresó que “la decisión del Tribunal de Ética es totalmente arbitraria”. “Una conducción perdida, que no para de hacerle daño a la UCR y la aleja de nuestros votantes. Absolutamente parcial. A Picat, Campero y Arjol sí, pero nada hizo cuando un senador votó distinto a su bloque”, en clara referencia a Martín Lousteau, cuando se opuso por completo a la Ley Bases, que el resto del bloque sí acompañó.
Por su parte, el presidente de la UCR en Mendoza, Andrés “Peti” Lombardi, tildó a la determinación partidaria de “desacertada” y reflexionó: “La tolerancia y el respeto por quienes piensan distinto es lo que representa nuestros valores democráticos. Si queremos una UCR grande, este no es el camino”.
Desde el tribunal de ética explicaron que "la separación de las filas partidarias" se debe a que incurrieron "en grave conducta partidaria que afecta la dignidad de la UCR en los términos del artículo 53 de la Carta Orgánica Partidaria".
Desde que estos cuatro diputados apoyaron al presidente Javier Milei en sendos vetos, el bloque sufrió el éxodo de 12 integrantes: el grupo de Facundo Manes y quienes responden a Martín Lousteau, presidente del partido a nivel nacional, conformaron Democracia para siempre, dejando al bloque radical de la Cámara baja con solo 21 integrantes.
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La polémica respecto a los “radicales con peluca” comenzó cuando el propio jefe de Estado vetó la ley de movilidad jubilatoria y dos días antes de la sesión especial del 11 de septiembre pasado que pondría el veto a consideración del Cuerpo, el grupo de los cuestionados fue a Casa Rosada para acordar con Milei que aportarían su voto en blindar la derogación presidencial.
Al mes siguiente, el 9 de octubre, la Cámara baja volvió a insistir con el tratamiento de la ley de financiamiento universitario que ampliaba el aumento salarial al personal docente, científico y no docente y nuevamente Campero, Picat, Arjol y Federico Tournier (quien no es afiliado) colaboraron con su voto para blindar el veto presidencial.