Las ausencias de los principales referentes de La Libertad Avanza retrasó una alianza que -cada vez más- parece inevitable. Quiénes se oponen y lo que quedó en stand by.
La carga política de la Vendimia 2025 disminuyó con la ausencia de figuas nacionales
Foto: Cristian LozanoEl lamentable temporal en Bahía Blanca, que dejó un tendal de muerte y destrucción, modificó los planes originales y la que -se preveía- sería una Vendimia con una carga política como hacía muchos años no ocurría, finalmente fue una más, que lejos estará de quedar en el recuerdo por sus visitas resonantes.
Las bajas de Javier Milei, su hermana Karina, y las primeras líneas del gabinete nacional desdibujaron un fin de semana en el que se habían depositado muchas expectativas, principalmente por la fuerza que le daría la presencia del Presidente al cada vez más cerca acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el radicalismo provincial.
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Sin embargo, hubo varios guiños. De parte de Alfredo Cornejo, los ya habituales elogios al rumbo macroeconómico elegido por la administración mileísta y la insistencia sobre la necesidad de respaldar desde las provincias al Gobierno nacional. “Sería lógico que confluyéramos en una instancia electoral como una alianza”, reforzó, días atrás, el mandatario. Lo propio hizo la vicegobernadora Hebe Casado, quien planteó la coalición como un movimiento natural, ya que “hay muchas más coincidencias que diferencias”. La todavía dirigente del PRO está cerca de firmar el pase a LLA, el hecho político que prácticamente sellaría la unidad del oficialismo de Mendoza con el nacional.
Por el lado de Casa Rosada, los emisarios de segunda línea trajeron anuncios. El director de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), Juan Pazo, confirmó la devolución a Mendoza del control de la Aduana. Un reclamo de varios años de la Provincia. Asimismo, la secretaria de Energía de la Nación, María Tettamanti, firmó el acuerdo para licitar la concesión de las represas Los Nihuiles y Diamante -en San Rafael-, que se había prorrogado en un par de oportunidades.
La sintonía entre gestiones es palpable y -a menos que suceda un giro muy inesperado (que en la Argentina, y más aún en la Argentina de Milei, no sería sorpresivo)- la confluencia en un espacio común es un paso que inevitablemente se dará.
Pese a este escenario propicio para la alianza, la ausencia de las principales figuras libertarias en el territorio podría retrasar el anuncio. Este domingo estaba previsto un encuentro partidario de LLA, con Karina y Martín Menem a la cabeza, en el que -si bien participarían solo militantes- se blanquearía el rumbo a seguir en cuanto a negociaciones electorales. Su suspensión deja en stand by cualquier movimiento que pudiese dar en esa dirección el titular del partido en Mendoza, el diputado nacional Facundo Correa Llano, el exdemócrata de buen diálogo con Cornejo.
El Gobernador avanzó bastante con las charlas en el viaje a Canadá en el que coincidió con la secretaria general de la Presidencia. Más allá de la promoción de Mendoza como un terreno fértil para la minería, Cornejo se obligó a ir al país norteño -en pleno desarrollo del calendario vendimial- para no desaprovechar la oportunidad de hablar largo y tendido con la hermana del Jefe de Estado. Allí, incluso, terminó de cerrarse la luego frustrada visita de los Milei.
No obstante, el suspendido diálogo con el Presidente que se daría cara a cara en Mendoza hubiese sido casi definitorio para terminar de pergeñar la estrategia electoral mutua.
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Aún con tiempo, tampoco hubo definiciones respecto al desdoblamiento o unificación de los comicios provinciales de los nacionales. Aunque esta última alternativa es la que se impone. Para ello, Cornejo debería enviar un proyecto de ley que "enmiende" la normativa electoral provincial y suspender por este año -como ocurrió a nivel nacional- las PASO.
Algo sí quedó claro en el fin de semana vendimial: en ambos bandos hay dirigentes incómodos con la alianza radical/libertaria. Julio Cobos es uno de los que no ocultó sus discrepancias con el armado de un espacio común. Para el exgobernador, la UCR debe mantener su rol de oposición “responsable” (léase dialoguista, pero que marque diferencias), aun cuando ello le cueste una derrota electoral.
Ulpiano Suarez, en tanto, evaluó como posible un acuerdo electoral, pero marcó que no debe ser a costa de perder la identidad que el radicalismo forjó en más de cien años de historia. También condicionó el convenio a la garantía de beneficios concretos para la Provincia, y no a un mero apoyo al Gobierno nacional.
Quienes todavía no asoman la cabeza, pero están pendientes de los próximos movimientos políticos, son los miembros de Cambia Mendoza ideológicamente ubicados hacia la centro izquierda. En Libres del Sur tienen firmada la salida de la coalición para el caso de la concreción de la alianza con La Libertad Avanza. “El límite es Milei”, señalan. Sería otro de los aliados que abandonan CM, como ya ocurrió con la Coalición Cívica, el PRO y el Partido Demócrata.
Justamente, en las filas gansas refunfuñan por el acercamiento entre el mileísmo y el cornejismo. Consideran una movida oportunista del Gobernador y advierten -hasta el momento, con escasos resultados- a Casa Rosada que sería un error confluir juntos. Le endilgan a la conducción libertaria que el PD fue el primero en abrirle las puertas a las “Fuerzas del Cielo” en Mendoza y que su respaldo -a diferencia del de la UCR- es genuino.
En cuanto al partido fundado por Mauricio Macri, mientras cada vez más se enfría la relación entre elexpresidente y el actual, sus autoridades en Mendoza ya definieron competir contra Cornejo, independientemente del armado que se teja a nivel nacional. En ese caso las diferencias sí son irreconciliables, desde que en las últimas elecciones se separaron de CM y participaron como “La Unión Mendocina”.