El Presupuesto de Mendoza 2025 apuesta por la inversión, reducción fiscal y un "control estricto de la deud"a para impulsar el crecimiento y generar empleo.
Presupuesto e Impositiva 2025: cuáles son las claves del nuevo plan fiscal.
Foto: Yemel FilEl ministro de Hacienda y Finanzas, Victor Fayad, presentó ante las y los legisladores los proyectos de Ley de Presupuesto e Impositiva 2025, que están basados en tres pilares: fomento de la inversión, equilibrio fiscal y administración sostenible de la deuda pública. Estos ejes buscan promover el desarrollo económico, reducir la carga impositiva para generar empleo y mantener las finanzas provinciales bajo control.
Las proyecciones del Gobierno Nacional para 2025 incluyen un crecimiento del PBI del 5%, una variación interanual del IPC del 18,3% y un tipo de cambio proyectado de 1207 ARS/USD. El presupuesto de Mendoza muestra un leve superávit de $0,8 mil millones, lo que demuestra un control financiero constante desde 2018.
El plan de inversión pública 2025 prevé destinar un 11,5% de los gastos totales a infraestructura en salud, educación y vivienda, priorizando obras que mejoren los servicios públicos y fomenten el desarrollo territorial. Además, busca recuperar los fondos invertidos para garantizar un ciclo sostenible.
El gobierno propone una reducción en la carga fiscal con exenciones en el impuesto a los Ingresos Brutos para energía renovable y un descenso progresivo en el Impuesto a los Sellos. Esta política, iniciada en 2017, busca incentivar la inversión privada y la creación de empleo.
El Ejecutivo sostuvo que Mendoza ha logrado reducir su deuda pública a la mitad en comparación con 2015, con un stock de USD 748 millones en junio de 2024. "El manejo eficiente de los pasivos es clave para mantener la sostenibilidad fiscal y asegurar el cumplimiento de los objetivos del Gobierno provincial", indicaron.
En relación con el impuesto automotor, se propone reemplazar el esquema de topes de aumento utilizado en los últimos años, por una escala de alícuotas progresivas que varían según el avalúo del vehículo. Esto significa que en los vehículos que el impuesto a pagar se calcula como un porcentaje del valor del automotor, este porcentaje irá creciendo con el avalúo, iniciando en un mínimo de 1,5% hasta un máximo de 3%. Este cambio permitirá reducir las inequidades generadas por los topes de aumento ya que, en 2024, muchos vehículos con avalúos similares pagaban impuestos muy dispares, dependiendo de si estaban sujetos a dichos topes o no.