Tras el trágico deceso de Débora Reta la semana pasada, vecinos se manifestaron hoy en las puertas del control de la Línea 500 para pedir justicia.
Guaymallén: protestas en un control de colectivos por el fallecimiento de una pasajera
El ingreso al control del Grupo 500 fue el protagonista de un contundente y doloroso reclamo este miércoles. Allí, familiares, amigos y vecinos de Guaymallén pidieron justicia por Débora Reta, la joven que falleció el pasado 6 de noviembre tras caer de un colectivo en movimiento. A modo de protesta, los presentes quemaron llantas e impidieron la salida de las unidades.
Desde las 9 de la mañana, allegados de la joven madre de 30 años se congregaron en una de las entradas del control ubicado en calle Libertad. Allí bloquearon el ingreso y egreso de algunos colectivos, por lo que el servicio funcionó de forma irregular durante la mañana.
En diálogo con Sitio Andino, la hermana de Débora, Luciana Torres, manifestó que decidieron protestar en ese lugar, ante la falta de respuestas de la línea y la decisión de la Justicia de dejar en libertad, el pasado sábado, al conductor.
“Veníamos a hacer este reclamo por lo irresponsable que son los choferes. El día miércoles mi hermana falleció por la irresponsabilidad del chofer que venía con la puerta abierta", indicó Luciana.
Según relató la joven, Débora no alcanzó a agarrarse cuando el micro dobló hacia Avellaneda. "Venía tan fuerte [por Pedro Molina] que, a la vez que dobla, la expulsa a mi hermana del micro. Ella estuvo consciente 10 minutos y después falleció. Y veníamos por eso, para hacer justicia, para que los choferes sean más responsables, van con los celulares, van con las puertas abiertas, te abren las puertas antes de llegar a la parada del micro", manifestó.
“Todos dicen que mi hermana Débora toca el timbre en Avellaneda y no puede ser eso. Todos los días ella hacía el mismo recorrido para buscar a mi sobrina a la escuela”, continuó. Según explicó la joven, Débora se tomaba el micro 544 y descendía en el barrio El Carmen, el cual se encuentra, al menos, a 2.3 km de distancia del lugar de los hechos.
Luciana también precisó que, tras hablar con la policía, fueron citados el próximo viernes al Polo Judicial, pero que las autoridades de la línea "no han salido". "Al chofer el día miércoles lo detuvieron y el sábado en la mañana lo sueltan. Él tiene que estar detenido porque está sentado en su casa y a mi hermana la esperan tres niñas, la más chica dos añitos tiene. No puede ser eso", completó.
El próximo viernes, la familia fue citada al Polo Judicial a las 9:30. Durante la mañana reiterarán su pedido en el ingreso a esa sede y anticiparon que, en caso de no obtener una respuesta favorable de parte de las autoridades, entenderán su reclamo. "Nos vamos a seguir manifestando para que esto no se quede en vano. Mi hermana tiene que tener justicia", concluyó Luciana.
Según información aportada por efectivos policiales, el episodio se produjo a las 17.50, en la intersección de calle Pedro Molina y Avellaneda, en Guaymallén. Allí, un colectivo de la línea 500, interno 56, se encontraba realizando su recorrido habitual por calle Pedro Molina, con dirección al este.
Sin embargo, al llegar a la intersección con calle Pedro Molina, giró hacia el norte con la puerta trasera abierta. Bajo esas circunstancias, una mujer cayó hacia la carpeta asfáltica, golpeando de lleno su cabeza en el suelo.
Personal del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) constató el deceso de la mujer. La misma fue identificada como Débora Carmen Reta (30).
Según las primeras averiguaciones, el colectivo circulaba con su puerta trasera abierta porque le habrían tocado el timbre para descender. Por su parte, personal policial efectuó un test de alcoholemia al conductor, el cual resultó negativo.
El hecho se encuentra bajo la carátula de homicidio culposo.