Este 16 de septiembre se celebra el Día del Almacenero en Argentina. En diálogo con Sitio Andino, Adrián contó qué diferencia a su almacén de otros comercios.
Hoy se celebra el Día del Almacenero: qué caracteriza a estos tradicionales comercios
Cada 16 de septiembre se celebra el Día del Almacenero en Argentina para conmemorar a aquellos comerciantes que, desde un punto fijo en su barrio, conocen, atienden e incluso resuelven las necesidades de cada vecino. Si bien se desconoce el origen de esta efeméride, tiempo atrás se celebraba a los trabajadores de los almacenes el tercer jueves de septiembre. No obstante, a nivel nacional se decidió que la fecha se unificaría el día 16 del noveno mes.
Detrás de un mostrador que, en la mayoría de las ocasiones, está improvisado sobre una exhibidora con diferentes tipos de fiambre, queso cremoso, crema de leche e, incluso, yogures y sachets de leche; los almaceneros se han caracterizado por su especializada atención con los vecinos y su fama de “tener de todo”.
Tortitas, facturas, pan casero sobre una canasta, una cortadora de fiambre y el infaltable rollo de papel de estraza blanco son solo algunos de los elementos que más caracterizan a estos comercios.
“Punto de encuentro”, el local ubicado en Barcala 501, en la intersección con calle Chile, Ciudad de Mendoza, no es una excepción. Atendido por Adrián y Ricardo, socios y compañeros de trabajo desde hace ya varios años, este lugar abrió sus puertas durante un período muy complejo y lleno de incertidumbre.
“Hace 4 años que estamos en este lugar. El negocio ya existía, pero nosotros compramos el fondo de comercio en medio de la pandemia y, hasta el día de hoy, la verdad es que nos ha ido muy bien con las ventas. Los vecinos nos han apoyado mucho", contó Adrián en diálogo con Sitio Andino.
Antes de la pandemia por Covid-19, los dueños de Punto de Encuentro trabajaban juntos en otra empresa, pero a causa de los conflictos económicos y "la caída de los sueldos", se vieron forzados a reinventarse. "Tuvimos que salir a buscar otra opción. Y así fue que, dando vueltas por la calle, nos encontramos con este negocio. Le vimos algo interesante", agregó Adrián desde la entrada de su comercio.
En el frente de "Punto de Encuentro" -además de la clásica cartelería de helados y compañías telefónicas-, quienes caminan por la esquina de calle Barcala verán también una exhibidora con helados, productos para limpieza, y un stand con verduras y frutas de lo más variado.
En el interior, los cajones con paltas, mangos y hasta arándanos se ubican por debajo de las heladeras que, como ya conocen los mendocinos, exhiben múltiples bebidas. Por supuesto, tampoco faltan los productos enlatados, de higiene personal, paquetes de papas fritas o de fideos.
Por el actual contexto económico, muchos comerciantes han tenido que redoblar sus esfuerzos para subsistir y otros tantos han tenido que cerrar sus puertas. Adrián reconoce que la situación es “complicada” y precisa que "todos los días tiramos para adelante, es la única forma de salir".
“Es una montaña rusa. Un día estás arriba, otro estás abajo. Es difícil llevarlo adelante pero la verdad que no nos podemos quejar. Ofrecemos un servicio al cliente que es de primera, entonces los vecinos nos responden con la mejor. Se puede, se puede”, completa.
También te puede interesar: Confirmado: en el Gobierno de Javier Milei ya cerraron diez mil empresas
En los supermercados, los ciudadanos pueden perderse entre las largas góndolas y encontrar una gran variedad de productos y ofertas. Sin embargo, deben tener en cuenta que, al momento de comprar en estas sucursales, entrar y salir rápidamente no siempre es una opción.
"Por experiencia personal, el cliente no viene a buscar solo un producto, sino un servicio, una atención o una charla", detalla Adrián sobre una de las características principales de los almacenes. Y continúa: "Acá estás dos minutos y, por ahí, en el supermercado tenés que disponer de otro tiempo para ir a comprar. Al ser más grande el supermercado te demorás más en buscar productos y acá tenés todo a mano".
“Más que un producto, lo que nosotros vendemos es un servicio”, Adrián, almacenero.
En este sentido, estos comercios mantienen también una cercana conexión con cada vecino. "Acá la mamá manda a los chicos a comprar, al supermercado no los podría mandar. Cuando necesitan algo nos mandan un mensaje por WhatsApp y se los conseguimos, entonces es un trato que el supermercado no tiene", puntualiza.
Respecto de las conocidas “tradiciones” de los almacenes, como fiar, el comerciante cuenta entre risas que esa práctica sigue siendo “el punto oscuro” de estos comercios.
“Nosotros seguimos haciendo el fiado porque es una costumbre que ya es eterna. Hemos tenido malas experiencias, pero es lo que tracciona para que el cliente vuelva. Si no tenés el fiado, tal vez se van a otro lado donde sí lo hagan. Uno trata de confiar siempre en que van a pagar. Por ahí pasa y por ahí no", concluye.
También te puede interesar: Presentaron datos sobre el comportamiento del consumidor en Mendoza
video