El comportamiento de los gatos es tan fascinante como impredecible. Cada mascota tiene su propia personalidad, y los gatos varían notablemente entre razas e incluso entre individuos. Aunque algunos disfrutan chapoteando en el agua, la mayoría prefiere mantenerse lo más lejos posible de ella.
¿Por qué, entonces, a los gatos no les gusta el agua? Aunque existen excepciones, en general los gatos evitan el agua por varias razones biológicas y comportamentales. Este rechazo tiene mucho que ver con su historia evolutiva y su carácter naturalmente precavido. Aunque los felinos son buenos nadadores, esto no significa que disfruten del agua, más bien. De hecho, en su mayoría, les genera estrés e incomodidad. A continuación veremos algunas de las razones de este comportamiento.
Mascota: ¿por qué a los gatos no les gusta el agua?
Un legado de sus antepasados
La aversión al agua en los gatos puede rastrearse hasta sus antepasados salvajes. Los felinos domésticos descienden de especies que vivían en Oriente Medio y otras regiones áridas, donde el contacto con grandes masas de agua era raro. No tuvieron que desarrollar habilidades de supervivencia relacionadas con el agua, como la necesidad de nadar o pescar para alimentarse.
Su relación con el olor
Otra de las razones detrás del rechazo al agua es su propio olor. Los gatos son animales extremadamente meticulosos con su limpieza, y el agua altera el olor natural de su pelaje, lo que puede generarles una sensación de inseguridad o pérdida de control. El olor de su cuerpo les permite relacionarse con otros felinos, las personas y su entorno, por lo que normalmente no van a querer mojarse.
¿Cómo hacer que un gato se sienta más cómodo con el agua?
Si bien a la mayoría de los gatos no les agrada el agua, algunos consejos pueden ayudar a que se sientan más cómodos. Lo ideal es acostumbrarlos desde cachorros, y siempre de forma gradual. Conviene dejarlos jugar cerca de recipientes con agua y permitir que exploren sin presiones. Utilizar toallas húmedas para acostumbrarlos a la sensación puede ser una buena estrategia antes de intentar un baño.
Otra estrategia es ir mojándolos con agua tibia de a poco, no sumergirlos directamente. A la hora de darle los baños que sean lo más tranquilos posibles, sin sustos ni ruidos fuertes. En ese sentido, evitá usar el secador de pelo ya que el sonido los espanta.
Si bien en su mayoría a los gatos nos les agrada el agua, existen excepciones y hay mascotas que no sólo disfrutan de un buen baño sino que les gusta permanecer en el agua, sobre todo los días de mucho calor./Mundo deportivo.