Tras el proceso de investidura de Nicolás Maduro, la tensión en ese país escaló a niveles importantes y varios lo perciben con una sensación de impotencia.
Mirar a Venezuela desde Mendoza: el duro relato de dos inmigrantes venezolanos
Foto: Xinhua/NAPese a la crítica internacional y las manifestaciones en las calles, el desarrollo del acto de toma de mando de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela parece extender la situación compleja de ese país por otros seis años más. Como un relato de ello, a pesar de encontrar un poco de paz en Argentina, dos inmigrantes venezolanos que viven en Mendoza expresaron su preocupación y enojo ante esta realidad compleja.
Oriunda de la ciudad de Barcelona, en el estado venezolano de Anzoátegui, Minerva Guacaran tiene 47 años y vive junto a su familia en el departamento de Godoy Cruz desde el 2018, cuando llegó en busca de una nueva vida junto a su familia. A pesar de soñar con ver a una Venezuela lejos de los problemas, no ocultó su decepción por Maduro: “Ahora estoy súper decepcionada, Maduro se juramentó a la fuerza, están allí perpetuados en el poder”.
Pese a la consternación por la situación, por no querer hablar del tema, sus esperanzas estaban depositadas en Maria Corina Machado, hoy líder de la oposición: “La verdad no me esperaba esto. Esperaba que la estrategia que María Corina tenía, fuera realizar el juramento de Edmundo (González) como el nuevo presidente”.
Su consternación también se extiende al presente de su país. Minerva señaló que Diosdado Cabello (Ministro del Interior y Justicia) es otro actor clave del mal estado de Venezuela, a quien llamó un “demonio”. “Cerraron todas las fronteras, todos los aeropuertos y todo el mundo va armado, o sea, que si veían algo tenían la orden de fusilar a quien fuera, de matar a quien sea”, relató.
Si bien su decepción es grande, comprende que Machado no pudo llevar su plan de juramentar a González debido a las pocas garantías. Afirmó que “con esas condiciones no va a poder entrar, porque si entra, obviamente, es para matarlo”, en relación a la llegada de González Urrutia.
En un último comentario, consideró "insólito" que, tras 23 años de gobiernos chavistas, "nos piden paciencia, pero paciencia puede ser un día, una semana, un mes, tres años, diez años o veintiséis años más”.
Te podría interesar: Quiénes son los dos exfuncionarios argentinos que acompañaron la jura de Maduro
Nacido en la ciudad de Guayana, en el estado de Bolívar, también habló César Valerio, un joven de 28 años que, al igual que el primer caso, llegó a Mendoza en el 2018 al ver que en Venezuela los problemas económicos se avecinaban en el 2016. “Yo me fui por muchos factores. El principal fue económico, porque no daba la plata. Tuve que buscar un trabajo y ni siquiera daba para poder ayudar a mi familia ”, contó.
Con la imposibilidad de conseguir productos básicos en el supermercado o comer tres veces al día, y con un sistema de salud y educación deficientes, César afirmó que se fue para tener un futuro. “Para mi futuro iba a ser catastrófico, por así decirlo. Estaba muy mal”.
Luego de tomar un breve trabajo para reunir dinero en Perú, un 8 de octubre de 2018 llegó a la provincia tras un recorrido en micro por ocho días. Este año cumplirá siete años de vivir en el país, aunque hoy se siente perplejo ante el contexto actual de su tierra natal. “Pienso que la situación política y todo lo que se vive allá es peor cuando estás afuera, porque puedes apoyar de alguna forma, pero no estás allá. Físicamente estoy acá en Mendoza, pero mentalmente estoy en Venezuela”.
Para mantenerse al día sobre lo que sucede en Venezuela, a pesar de las complicaciones, César logra hacerlo gracias a los medios externos y el contacto con sus familiares. Por ello, él sin dudas cree que el gobierno responsable de la salida de 8 millones de venezolanos se “autoproclamó inconstitucionalmente porque no ganaron nada”, ya que hay pruebas de esto.
Si bien conserva la esperanza de que algún día habrá un cambio de gobierno, expresó su temor hacia las consecuencias de esta situación a largo plazo. ”Una de las consecuencias que puede traer esto, si no se soluciona, es no salir más nunca ellos del poder (Chavismo), aparte de otra ola de emigración”.
Votar en las elecciones del 2024 le resultó imposible, dado que en Mendoza no abrieron un lugar y que su nombre no figuraba en el padrón electoral en Buenos Aires. Nada pudo hacer para expresar su decisión.
Con una opinión en contra de la investidura presidencial de Maduro, César considera que “es una burla hacia todos los venezolanos, no solamente los que están dentro sino los que están afuera”. Aunque sabe que el cambio existe, el diálogo y las manifestaciones en las calles no parecen tener efecto del otro lado, incluso llegando a una escalada de violencia.
En una triste conclusión, señaló que Venezuela padece de esta situación desde hace más de 23 años, tanto así que desde que tiene memoria dijo no haber conocido otro gobierno que el de Chávez y el de Maduro. “A este gobierno lo desconozco, pero sabemos que para poder sacarlo no basta con simplemente un diálogo o poder hablar”, finalizó César.