La Chinche del Arce (Boisea trivitatta), se ha convertido en un tema de preocupación en Mendoza. Esta especie, originaria de América del Norte, se está transformando en una plaga en departamentos del Gran Mendoza como Godoy Cruz, Luján y la Ciudad. Aunque no representa un peligro para la salud humana ni de las mascotas, su rápida expansión está generando inquietud.
Una plaga que desafía el control
La Chinche del Arce afecta principalmente a los árboles de acer y fresnos, perforando los frutos para alimentarse de las semillas. Los adultos, de cuerpo negro opaco con líneas rojizas, miden aproximadamente 1,3 centímetros, mientras que las ninfas, de un llamativo color rojo, alcanzan 1 centímetro. A diferencia de otras chinches, esta especie no emite olores desagradables ni secreta sustancias, pero su proliferación se debe en gran parte a la ausencia de depredadores naturales en la región.
El Laboratorio de Plagas Agrícolas y Ambiente del INTA advirtió que el uso de pesticidas no es recomendable debido a los posibles impactos ambientales y la falta de estudios específicos sobre esta especie. En cambio, sugieren medidas preventivas como sellar grietas y limpiar hojas secas de acequias y jardines. También destacan que, aunque no afecta seriamente a los árboles hospedadores, su presencia puede resultar molesta, especialmente porque busca refugio en las casas durante el invierno.
La respuesta de las autoridades
Desde la Municipalidad de Mendoza, confirmaron que los primeros casos de esta plaga se detectaron en diciembre y señalaron que se alimenta exclusivamente de semillas, tanto verdes como maduras. “No representa una plaga agrícola que dañe severamente los árboles”, aclaran, aunque instan a reportar su presencia para continuar con estudios que permitan evaluar el alcance del problema.
Para quienes deseen proteger sus jardines, expertos sugieren métodos alternativos como plantar lavanda, cuyo aroma podría alejar a estos insectos, o aspirarlos manualmente y disponer de ellos en bolsas selladas./El País.