La muerte del papa Francisco encendió la carrera por la sucesión del trono de San Pedro y revivió una frase muy recordada durante las disputas por la conducción de la Iglesia católica: "El que entra al cónclave como papa, sale como cardenal".
Tras la muerte del papa Francisco ahora se abre un nuevo capítulo en la Iglesia católica que deberá buscar a su sucesor.
La muerte del papa Francisco encendió la carrera por la sucesión del trono de San Pedro y revivió una frase muy recordada durante las disputas por la conducción de la Iglesia católica: "El que entra al cónclave como papa, sale como cardenal".
La elección ocurre de forma democrática y se hace especial hincapié en la necesidad de realizar varias rondas de votación hasta que surja un consenso claro. Según las normas actuales, sólo los cardenales menores de 80 años pueden emitir su voto.
En cuanto a la elección, sólo ocurre cuando un candidato único obtiene una mayoría de dos tercios. A veces, los Papas son elegidos rápidamente cuando surge un candidato fuerte. Sin embargo, a partir de la 34° votación, el Cónclave sólo vota entre los dos candidatos que más votos obtuvieron en la ronda anterior.
En cuanto a los requisitos, oficialmente los candidatos deben ser varones y católicos, aunque en realidad, desde hace siglos, los pontífices sólo han sido elegidos entre las filas de los cardenales.
Asimismo, no hay un límite de edad para quién puede convertirse en Papa, pero Francisco tenía 76 años cuando asumió el cargo, el cual dejó a sus 88. Su antecesor, Benedicto XVI, fue elegido a sus 78 años y se retiró a los 85.
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