"Otra Vos" (Andina Gian)

Soltería: ¿Hombres y mujeres la viven por igual?

¿Se vive igual la soltería siendo hombre o mujer? ¿Alguna vez sentimos vergüenza o algo similar por no tener pareja?

Por Andrea Gianella

El 11 de noviembre fue el día de la soltería. Esto me llevó a pensar en cómo la estamos viviendo en estos tiempos. ¿Se vive igual la soltería siendo hombre o mujer? ¿Alguna vez sentimos vergüenza o algo similar por no tener pareja? No siempre fue de la misma forma a lo largo de la historia, pero sin dudas puedo decir que la “cualidad” de soltera o en pareja otorgó “calidad” a las mujeres durante mucho tiempo. Hoy quedan ecos de esto, pero los tiempos están cambiando. Por suerte.

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Un poco de historia

La historia de la soltería desde la perspectiva de género ha estado influenciada por las normas sociales, los roles de género y las expectativas de la época. La soltería no ha sido vista de la misma manera para hombres y mujeres, y las percepciones y estigmas han cambiado a lo largo del tiempo.

De manera informal, realice una breve encuesta a través de mi cuenta de Instagram @andinagian.otravos consultando tanto a hombres como mujeres si la soltería era vivida de la misma forma.

¿Adivinen qué contestaron? La mayoría de los hombres que contestaron dijeron que no se vive distinta según seas hombre o mujer. Mientras que de las mujeres que enviaron su respuesta, la amplia mayoría dijo que si se vive distinta de entre las cuales algunas agregaron que los tiempos están cambiando. Solo como un dato de color.

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En los años 30, durante la Gran Depresión, la sociedad vivía un contexto económico difícil. La soltería, especialmente para las mujeres, estaba marcada por las presiones sociales de la época que valoraban el matrimonio como una de las principales expectativas de vida. Las mujeres eran vistas tradicionalmente como aquellas que debían encontrar un esposo para asegurar su estabilidad económica y social.

En esta época, para las mujeres, la soltería era un estigma. Se esperaba que las mujeres se casaran jóvenes y que su rol fuera principalmente dentro del hogar, como esposas y madres. La soltería en una mujer era vista como una anomalía, como si hubiera algo "incorrecto" en no cumplir con este mandato social.

Para los hombres, el panorama era algo diferente. Aunque el matrimonio también era visto como un paso importante, los hombres solteros podían ser percibidos como "libres" o "independientes" y no necesariamente como algo negativo.

Durante los años 50, en plena posguerra, la sociedad experimentó una fuerte presión para restablecer los valores tradicionales. El modelo de familia nuclear (padre, madre e hijos) fue idealizado. Las mujeres eran vistas principalmente como madres y esposas, mientras que los hombres como proveedores.

La soltería femenina seguía siendo vista de manera negativa. Las mujeres solteras a menudo eran percibidas como "desviadas" de la norma. Se las asociaba con la falta de estabilidad emocional o con una incapacidad para encontrar pareja.

Para los hombres, aunque la soltería seguía siendo aceptada en mayor medida, se esperaba que también se establecieran y formaran una familia. A pesar de esto, los hombres solteros aún podían disfrutar de una mayor libertad sin que esto se les considerara una falla personal.

En los años 90, hubo un cambio significativo en las actitudes hacia la soltería, especialmente gracias al movimiento feminista que luchaba por la autonomía de las mujeres. Las mujeres empezaron a desafiar los roles tradicionales y comenzaron a reivindicar la soltería como una opción válida.

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Aunque aún existía cierta presión para casarse, muchas mujeres comenzaron a optar por la soltería como una forma de independencia y desarrollo personal. La soltería empezó a verse menos como una falta o fracaso, y más como una elección válida.

Hoy en día, la soltería se vive de forma más diversa y plural. El acceso a la educación, la independencia económica de las mujeres y el cambio en los valores sociales han permitido que las personas se liberen de las presiones tradicionales relacionadas con el matrimonio. Además, el concepto de familia se ha diversificado enormemente.

Para las mujeres, la soltería es más aceptada que nunca. Las mujeres han conquistado más autonomía económica y social, y muchas ven la soltería como una etapa de autodescubrimiento, independencia y libertad. A pesar de esto, aún pueden enfrentar estigmas, especialmente en sociedades más conservadoras, si se percibe que están "pasando la edad para casarse".

Esto último tiene que ver con una realidad biológica. Si bien hoy dicha realidad es desafiada por la tecnología y la ciencia, no es accesible para todas y no todas desean prolongar su etapa fértil de esa manera. Y lo que sucede en este punto es que todo tiene que ver con todo. La pareja, la maternidad, el miedo a la soledad, el reloj biológico, etc

Cómo último punto, quiero agregar algo: La mujer soltera que un tiempo atrás salía con más de una persona y que sabía lo que le da placer, era vista como “regalada, desesperada, entregada”, o dicho más bruto, como “una puta”. Mientras tanto, el hombre que salía tranquilamente era un campeón. Estos son ecos de todo un concepto, creencias y paradigmas antiguos sobre cómo vivimos, en este caso sobre cómo vivimos las soltería.

Con todo esto vale reflexionar y preguntarse ¿Cuánto habrán tenido que soportar las mujeres de aquellas épocas con tal de no ser una solterona? ¿Qué pasa hoy en día? ¿Seguimos soportando?

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