La inspiradora historia de la mendocina que vive en una finca y trabaja en un proyecto agroecológico
Paula García tiene 34 años y es diseñadora industrial. Estudió, viajó y su amor por la naturaleza creció con el paso del tiempo. Hoy elabora alimentos agroecológicos y apunta al consumo consciente.
La inspiradora historia de una mendocina que cambió su estilo de vida y trabaja en un proyecto agroecológico en San Carlos.
Desde pequeña descubrió su pasión y amor por la naturaleza. Realizó viajes al exterior, conoció distintos lugares que la inspiraron a vivir de una manera más consciente. Estudió y emprendió un proyecto relacionado a la creación de objetos con materiales reciclados. Hoy, trabaja y vive en una finca ubicada en San Carlos y elabora alimentos agroecológicos.
Paula García tiene 34 años y dialogó con Sitio Andino para contar su historia. La joven nació y creció en laProvincia de Mendoza, pero con su familia siempre decidieron visitar lugares al aire libre, antes que acudir a un shopping o lugares cerrados. Desde ese momento, su amor por la naturaleza se despertó. A medida que fue creciendo y atravesó experiencias, entendió la importancia de cultivar alimentos sanos y recuperar los conocimientos ancestrales de su familia.
Las formas de crear son tan amplias que siento que eso es algo que nos ayuda a agradecer constantemente Las formas de crear son tan amplias que siento que eso es algo que nos ayuda a agradecer constantemente
Luego de completar los estudios primarios y secundarios, estudió Diseño Industrial en la Universidad Nacional de Cuyo. En el transcurso de la carrera le surgió la necesidad de crear algo desde el cuidado de la naturaleza. Entonces, junto a compañeras de la facultad, decidieron crear un proyecto llamado “arrojar diseño”, allí comenzaron a elaborar objetos con material reciclado.
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A medida que fue creciendo y atravesó experiencias, entendió la importancia de cultivar alimentos sanos.
Foto: Paula García
A partir del crecimiento a nivel personal y profesional, Paula se fue interiorizando cada vez más en una nueva forma de vida “que sea más consciente de su consumo, mucho más amena y acompañada de la naturaleza en vez de tomarlo todo de ella sin pensar en las consecuencias”, contó Paula.
El viaje al exterior que resultó ser una inspiración para una mujer soñadora
Al finalizar sus estudios universitarios, emprendió un viaje hacia Latinoamérica junto a su pareja que duró 4 años. Allí se encontró con pueblos que se dedicaban a la agricultura y eso la llevó a pensar “si éramos capaces de poder habitar el campo de una forma consciente y digna”, señaló Paula.
“Al culminar ese viaje, decidimos venirnos a vivir al pueblo de San Carlos, a una finca en Tres Esquinas. Allí empezó otra historia de nuestra vida”, expresó a este medio. Luego de animarse a nuevos desafíos, Paula destacó la posibilidad que tuvo de viajar, de conocer otros lugares y encontrarse con otras formas de vida. “Las formas de crear son tan amplias que siento que eso es algo que nos ayuda a agradecer constantemente”.
Cómo es la vida en las afueras de la ciudad y emprender nuevos desafíos
El contacto con la naturaleza y los animales implica un desafío constante que se vive a diario. Paula afirmó que “la vida de campo no es de color de rosas, ya que se vive más fuerte una caída de granizo, una helada o un viento zonda”. Sin embargo, esas experiencias la prepararon para afrontar lo que suceda.
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El contacto con la naturaleza y los animales implica un desafío constante que se vive a diario.
Foto: Paula García
“Cada vez que emprendo un desafío que se llega a concretar es algo fortalecedor que me sigue inspirando y me sigue dando fuerzas para seguir en este en este camino y en esta forma de vida”, afirmó convencida.
En la actualidad, Paula pertenece a una organización llamada “Crece desde el pie”, allí produce alimentos agroecológicos junto a sus compañeras. El trabajo consiste en sembrar frutas y hortalizas y luego producir conservas con esos frutos.
Pensé en que si éramos capaces de poder habitar el campo de una forma consciente y digna Pensé en que si éramos capaces de poder habitar el campo de una forma consciente y digna
“Cada rutina es distinta. Al vivir en una finca, todos los días hay muchas cosas para hacer. Esta es una época es de mucho trabajo porque nos encargamos de elaborar las conservas para nuestro hogar y para comercializar junto con el grupo”.
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En la actualidad, Paula pertenece a una organización llamada “Crece desde el pie”, allí produce alimentos agroecológicos.
Foto: Paula García
En su trabajo diario también cosechan frutas u hortalizas que sean de la época, como por ejemplo zapallo zucchini, zapallo redondo, peras y durazno. Además, se encargan del riego de las huertas y la producción de los alimentos.
Personas que fueron y son claves en su historia: los conocimientos transmitidos de generación en generación
En un breve repaso sobre su historia y cómo llegó a vivir alejada de la ciudad, Paula García tiene varias personas que la acompañaron en su trayecto y en sus decisiones. Por un lado, su mamá y su papá, quienes le brindaron apoyo en cada paso que decía tomar. Desde chica le inculcaron modos de vida relacionados a la naturaleza y siempre respetaron su elección de vida.
Por otro lado, su abuela, quien vivió toda su vida en el campo. Desde el primer momento, la mujer la acompañó y le enseñó recetas y secretos sobre cada planta que habitaba en el lugar. “Todo es medicina y todo es alimento, eso me lo enseñó ella”, destacó.
“Todas estas enseñanzas están totalmente consolidadas y se corroboran cuando hablo con otras personas, cuando voy aprendiendo. Son sus conocimientos ancestrales, asique estoy totalmente agradecida con ella”.
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"Creo que eso va a ser muy importante para poder pensar en una forma de vida más digna para todos", afirmó Paula.
Foto: Paula García
“Mi mensaje es que intentemos desde nuestro lugar y desde nuestros pequeños pasos y decisiones de cada día, ser cada vez más conscientes del consumo, más conscientes de lo que comemos, más conscientes de qué elegimos comprar y a quién”, afirmó.
Y finalizó: “creo que eso va a ser muy importante para poder pensar en una forma de vida más digna para todos”.